Barrio de Barracas, sol de mi vida,
respiración de Buenos Aires. Aquí me tienes, he vuelto algo cansado. Descendí,
no sabes, de una increíble altura. Tomé el vuelo hippie de la música extraña, viví
joven y a la moda pero al final, en la red de la muerte, fui solo una patraña.
He cruzado los ríos, los más grandes del mundo, te lo juro, solo embarcado en
un pequeño bote. Pisé alucinados hormigueros gigantes en la selva, me bañé en
el mar de las torres empresarias y cuando
menos lo esperaba di vueltas a la calesita de Orlando intentando mirar a las
hormigas desde arriba para ver si me salvaba.
Barrio
de Barracas, tan bello, tan porteño, tan puntual, tan enorme en mis sueños y tan
vereda elevada.
Tú sabías que nadie se salvaba.
Fuiste calle San Antonio en mis lánguidas
tardes cuando junto a ella nos gustaba fraccionar sustancias. Fuiste Santa
Felicitas y el gris omnipresente en los frentes de las casas. Y también fuiste
papel multicolor y nieve blanca.
Barrio de Barracas
Entre el Racing Club y el bar del Progreso hubo un rayo de vida extrema que atravesó la
patria. Es verdad que me fui, que crucé el ecuador y los trópicos, que mi pelo
se ha vuelto casi blanco y que los años se derrumbaron sobre el terraplén del
Roca.
También es verdad que un relámpago cruzó por
Montes de Oca y que todas las hojas de
los calendarios volaron por el aire envejecidas y rotas.
Y sin embargo aquí me tienes, tomándome una selfie en la pizzería.
Los tiempos han cambiado barrio de Barracas.
Yo nunca dejaré de amarte. (Si es que me
otorgas la dispensa de usar la palabra nunca). Ambos sabemos que en definitiva la
historia tendrá un final pero eso a ninguno de los dos nos importa.
Estoy en el cine de la vida y mi memoria y mi
tiempo desfilan frente a la pantalla.
Sentado como lo hice siempre, en la última
fila y mirando la película de amor acomodado en la butaca.
Corazón de mi vida.
Barrio de Barracas.
©2017
Bravo, Néstor, lo leí como si fuese un poema. Tiene la música de Buenos Aires flotando en todas sus frases. Conmueve, sin duda. Te mando un gran abrazo.
ResponderEliminarAriel
Gracias Ariel. Hice algo de prosa poética dentro de mi estilo, claro. Ya me conocés, yo no ando volando entre las estrellas. Me gusta usar otro tipo de metáforas. Otro gran abrazo.
EliminarUna prosa poética como sólo la escribe el hombre que vacía el alma para dar a conocer su mundo interior, sin pensar en nada, únicamente sintiendo, sintiendo... MARAVILLOSO! Qué deleite! Un abrazo, amigo tan amado. SOFIAMA.
ResponderEliminarGracias corazón. Sofy, querida. Creo que tienes razón. Escribí como suelo hacerlo siempre. Con el corazón pero también con la cabeza. A veces sale, a veces no.
EliminarBarrio de Belgrano ahí viví mi juventud alegre
EliminarSi aún recuerdo los árboles se unian en Melian a la sombra de un dia. Fui tan feliz!!! Allí nacieron mis frutos dando luz a la vida.....
Fantástico Nes-*Maravilloso. Me gusta mucho cuando escribís de este modo. Y nada menos que de Barracas. Son muchos los recuerdos. Te mando un beso.
ResponderEliminarGracias Carlita. Me tentaste con el tema de "los recuerdos". Dan para una novela. Otro beso.
Eliminarcreo q, por suerte, cualquier cosa q escribas tendrá tu estilo, tu manera de contar...y un toque «literario». Saludos!!!
ResponderEliminarGracias por tu +1 permanente en Google+. Tantos años en las redes sociales. Te mando un cariño grande.
EliminarMe olvidé: Saliste muy lindo en la foto!
ResponderEliminarJajajjaja. Gracias. Debe ser el photoshop!
EliminarAl leerlo senti como un vértigo. Sentí que decías muchas cosas en un texto corto. Muy bueno. te felicito.
ResponderEliminarNo sé si fue esa la intención, pero es verdad. Mi elegía al viejo barrio suena turbulenta, es cierto. Lo he vuelto a leer y hay una especie de remolino de recuerdos y de emociones. Me alegra que te haya gustado.
Eliminar¡Me gustó!
ResponderEliminarGracias Silvia!
EliminarQue homenaje a Barracas especial porque al mismo tiempo es una mirada de la vida del sujeto que la evoca con un tono dadaísta. Cada barrio de Buenos Aires merece tu dedicatoria y bien vendría un libro que los integre. Excelente!
ResponderEliminarGracias Liliana. En realidad es un trabajo que me excede. No sé si habrá una ciudad mas cantada en el mundo que Buenos Aires. El otro día simplemente me acordé de Barracas, de cuando vivía en Constitución y tanto lo frecuentaba.
EliminarHe leído con mucha emoción lo que escribiste Nes. Me cuesta describirlo con palabras. Gracias
ResponderEliminarGracias a vos, mujer, por ser tan generosa.
ResponderEliminarTodo un homenaje a Barracas pibe, pero no tre olvides de otros barrios.
ResponderEliminarLoco, querido. Desde ya que no me olvido de otros barrios. Un abrazo.
ResponderEliminarSe nota tu profundo sentimiento por Buenos Aires tanto en esta prosa poética como en tus cuentos. Ese sentimiento que exponés claramente desde tu corazón y con el armado cerebral de tus ideas, en una forma clara y que genera placer al leer
ResponderEliminarQue buenoooo Guille. Eso de generar placer con la lectura me colma de felicidad. Abrazo.
ResponderEliminarMe gustó. No pude evitar los comentarios que te dejaron y tus respuestas. Creo que que te estás poniendo freno y tu corazón pide rienda... Tal vez si seguís dando otra vuelta de tuerca a las vivencias del Barrio de Barracas aflorarán las experiencias personales, de tu barrio de Barracas. Por fuerza tendrá que ser distinto a cualquier otro barrio de Barracas. Irá enredado en vivencias muy personales y eso lo transformará en distinto. El sustrato está. A trabajar y no plantearse la idea de que te excede. Un abrazo.
ResponderEliminarQue gusto verte por aquí, Martha Alicia. Muchas gracias por los elogios y en especial por tus palabras de aliento. Llevo escrito unos doscientos de estos relatos tamaño "Internet". Es decir de unas 1000 palabras. La propia participación en la red te lo demanda. En cuánto uno se pone a escribir mas extenso, bajan los lectores. Desde el formato libro, claro las cosas cambian. Así que acaso convierta muchos de ellos en "aguafuertes", en especial los que transcurren en Buenos Aires. Y de ese modo pueda juntarlos en algún libro de papel y darle forma literaria. Que alegría verte por acá. Te mando un gran abrazo.
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