El
tiempo ha pasado como un relámpago en mi vida.
Los
años se abrigaron en mi corazón buscando amparo a tantos inviernos.
Cada
uno de ellos se alejó de mí con un saludo. Se fue haciendo pequeño en el
recuerdo y antes de desaparecer agitó sus manos en señal de despedida. Yo los
fui dejando ir porque no podía hacer otra cosa. Pero lo hice sin culpa y con el
alma transparente.
Pongo
de testigo al niño que fui. El nunca dejaría que mienta.
Mis
años se fueron porque eso es lo que hacen los años. Y no he podido evitarlo.
Sin
embargo tú has estado siempre presente en el espacio. He transitado por ti
tantos caminos que acaso me haya vuelto recorrido y distancia. Anduve por los senderos, manejé el automóvil, navegué por los ríos, me subí a los
aviones.
Y
allí estabas aguardando que llegue. Anhelaba tocarte, morderte y besarte. Y
luego, por alguna razón, un buen día ya no estabas.
Te
llevé de la mano en la plaza, allá en Monte Grande. Te vi salir del agua del atlántico hermosa y con la piel bronceada. Estudiamos juntos en la biblioteca.
Caminamos con las multitudes por la calle. Fuimos juntos al cine. Hicimos el
amor en los hoteles de lujo y también en la trastienda de algunos locales. Te
secuestré todo un año por las tardes. Me volví loco por ti en Ponta das Canas.
Y también en Floresta, en Puente Alsina y en Callao y Santa Fe y en Coghlan
y en Versalles. Me volví loco pero no
solo por ti sino también por ella y por todas las restantes.
Todas
fueron una y mía no fue ninguna.
Vaya
a saber detrás de qué sueños anduve. Ya no sé la diferencia entre ilusión y
quimera.
Y
mira que te he buscado, mujer. Que he escrito dos mil poemas. Que siempre he sido un loco persistente y
obstinado.
Antes
fui mar y hoy soy río. Antes fui rayo de luz y hoy tan solo soy lucero que
alumbra al llegar el alba. Antes fui todo sonrisa y hoy soy mirada lejana.
Pero
te busqué concreta, jamás te he buscado abstracta.
Fui
detrás de la cumbre de tus senos, de tus abismos profundos, de tu piel, de tu
fragancia. Eras tú, material y mortal, respirando agitada. A ti te busqué, a la
providencial, a la del hado inevitable. Detrás de ti anduve, de la única, de la
predestinada.
Y ya
ves, no he podido encontrarte.
Los
años del principio vuelven hoy como en un caleidoscopio de imágenes que se
fueron y que cuesta mucho recordar.
Sé bien
que he venido a este mundo a buscarte.
Más
nunca te pude hallar.
©2016
Excelso, querido Néstor. Demasiado sensible y profundo. Besitos. querido mio. Sofiama.
ResponderEliminarQue bien descriptivo el proceso de búsqueda y lleva inmersa cierta insatisfacción, o desconsuelo al mismo tiempo que deslumbra el camino que transita el texto. Fabuloso.
ResponderEliminarGracias Sofía y Liliana. El cantor folklórico argentino Cesar Isella compuso hace muchos años una milonga llamada "Para mi tristeza". Y luego de muchos años yo la escuché. Creo que la escribió para mi. Este texto está inspirado en esa milonga. Por si les interesa les dejo el link para que escuchen la letra https://www.youtube.com/watch?v=MT1K00nF7p8
ResponderEliminarY completo la idea. Esa mujer que uno "no ha podido hallar", no es ideal ni abstracta, como digo en el texto. Y como dice Isella en la milonga. Hubo una mujer real, de carne y hueso, que ninguno de los dos pudo encontrar.
ResponderEliminarVoy a probar, Néstor, si escribiendo el link sin las S en httpS, sale el acceso directo, sino, mala suerte.
ResponderEliminarLo escuché, y mira que es dramático como los buenos tangos y como es la vida. Y sabes, amigo, tú no eres distancia. Eres un gran ser y nunca serás distancia para nadie.
Un abrazo eterno. Sofiama.
Te escribo el link aquí y esperemos que sin la S de seguridad, se pueda acceder directamente.
https://www.youtube.com/watch?v=MT1K00nF7p8
Ay le dejé, la S
ResponderEliminarVeamos ahora:
http://www.youtube.com/watch?v=MT1K00nF7p8
Ni modo, no sale directo. Besitos. Sofiama.
ResponderEliminarQuerido Néstor.
ResponderEliminarHe leído este texto maravilloso con el corazón en la mano. Me he tomado tiempo, lo he leído tranquilo, lo he disfrutado. Es más que un relato porque es la gran escena de las emociones, es la vida del protagonista que mira como su pasado se retira, como se van los años, naturalmente. Y en ese devenir recuerda todos los recorridos, todos los caminos en que ha andado buscando, encontrando, perdiendo, a esa mujer y a todas las otras mujeres, y se dice que “mía no fue ninguna”. Ha utilizado todas las herramientas, incluso los poemas en la persistencia de esa búsqueda ¿De esa mujer, o del amor de esa mujer? Y nos dice que ha venido, a este mundo, a buscarla. Tal vez en esta frase justifique su existencia, los movimientos de su voluntad sin sopesar de antemano los obstáculos, las longitudes de los caminos para alcanzarla, eso no lo explicita. Solo dice que no ha podido.
Néstor, este texto tiene una poética exquisita, de tus mejores escritos, una prosa con esa lírica que tan bien sabes expresar en tus poemas, con una profundidad enorme, capaz de encerrar en palabras sencillas toda la peripecia de la vida. Me has conmovido con este trabajo que toca la perfección. Te mando un gran abrazo. Sinceramente.
Ariel
Gracias Ariel por la inmensa generosidad de tu comentario. Isella escribió la milonga cuando tenía treinta años. Es impresionante la capacidad del poeta para trascender las fronteras del tiempo. Yo nunca la había escuchado hasta la semana pasada. Y te reitero lo que les dije a Sofía y a Liliana. Sentí que estaba escrita para mí. De allí la motivación del texto.Uno viene a este mundo a buscar. Todo, creo. El sentido de la vida y el arte. Los caminos de su evolución, los sistemas filosóficos, las religiones. Y también viene a buscar una mujer. pero no la ideal sino la carnal, cierta, verdadera. Y yo comprendí que ahora, en el otoño de mi vida, nunca la había llegado a encontrar. De allí estas lineas un tanto peregrinas que he subido a la web. te mando un gran abrazo. la seguimos por mail
ResponderEliminarMe ha gustado la imagen que acompaña tus palabras que me ha parecido de Francine Van Hove y después tus palabras me han hecho reflexionar sobre esa búsqueda y en esa búsqueda consciente o inconsciente pero siempre buscando.
ResponderEliminarInteresante. No conozco a Isella ni esa milonga que comentas pero miraré el vídeo que inspira tus letras.
Saludos
Gracias Conxita por tu visita y el comentario. La "milonga" es un género musical con dos vertientes. Una está relacionada con el tango, conocido en todo el mundo. Y la otra es de tipo folklórico, del campo argentino, honda y fuertemente oscura. Tal vez te cueste un poco su comprensión. Respecto de la imagen, la busqué por azar en Google. Me gustó mucho y por eso la puse. Te reitero mi agradecimiento por tu visita.
EliminarMuchas gracias por la aclaración Néstor, no lo conocía. Y sí, la imagen que me ha encantado es de una pintora francesa que pinta mujeres muy delicadas, Francine Van Hove.
EliminarSaludos
https://youtu.be/RDNkeIIPzIs
ResponderEliminarAquí puede ser