Ayer nos juntamos a beber
un café en el lugar de siempre. Solo que el lugar de siempre no existía. Ya no
había ni barra, ni columnas ni mesas de mármol ornamentadas de bronce. Sólo
plástico presuntuoso, moldeado en el diseño armónico de colores, con acrílico y
madera enchapada. Y hasta nuestra misma mesa de siempre, junto a la ventana,
era ahora el espacio de una vitrina para ofrecer postres a la gente que pasaba.
Por momentos noté, mientras
charlábamos, una cierta incertidumbre. Daba
la impresión de que deseabas volver conmigo y no sabías como expresarlo.
Confieso que aquello me
desconcertó mucho.
Y entonces todo lo que pasó
diez años atrás volvió como una proyección de imágenes a mi cabeza. Y te vi
junto a mí haciendo la siesta y escuchando la lluvia desde la cama. Y paseando
por Buenos Aires. Y yendo a los museos y a los teatros y comiendo pizza en la
esquina de tu casa.
Diez años que a mí me
parecieron mil. Es que en todo ese tiempo sucedieron muchas cosas. Mis manos
acariciaron otros cuerpos. Mis ojos vieron otros paisajes. ¿Qué es lo que yo ahora
podría darte? Para ti no sería otra cosa
que un extraño. Un fantasma intangible del tiempo que pasó.
Y creo que lo entendiste
porque a la media hora, con un pretexto cualquiera, me diste un beso y te
fuiste caminando por la calle hasta desaparecer como una sombra entre la gente
que pasaba.
©2017
Me ecanta el escrito. :)
ResponderEliminarAndamos en lo mismo.
Recuerdos.
Zaguanes vacíos de besos.
La calesita se ha parado y deja de girar para pasar al olvido...
Un abrazo grande compañero
Gracias por la visita estimada profesora. Me alegra verla por el sitio. :)
EliminarMi lindo amigo, creo que necesitas una buena terapia de amor para que salgas de esa tristeza tan "triste". Sea como fuere, siempre tu talento va por delante. Un fuerte y full abrazo, Néstor tan querido y admirado. SOFIAMA
ResponderEliminarHola Sofy. Un poco (dije "un poco") de tristeza a veces no viene mal. Gracias por el comentario. Yo también te quiero y te admiro.
Eliminarcomo sabes que soy profesota?
EliminarTe escribo desde el refugio..antes que la locura comience en Miami....Evacuamos dejamdo nuestros hogares... Siempre con mi laptop y cell a cuestas....saco fotos y hablo cn la gente siempre Pa'lante chico como dirian los cubanos.Mi email esta en mi blog
Es triste pero es verdad. Así son las cosas en la vida. Muy bueno Nes.
ResponderEliminarCoincido Carlita. Gracias por el elogio.
ResponderEliminarMuy bueno Néstor!
ResponderEliminarGracias Silvia por visitar el blog. Un beso.
EliminarCorto y contundente un relato lleno de hastio y desesperanza más que tristeza . Cual fuera el estilo siempre es un placer leerte!
ResponderEliminarGracias Liliana. me alegraque que te guste leerme.!
ResponderEliminarUn buen relato de recuerdos y nostalgia...
ResponderEliminarMomentos que quizás todos tenemos guardados en la memoria y en el corazón!!! Gracias por compartirlo.
Gracias a ti MAR por la visita. Pronto me daré una vuelta por tu blog. Saludos.
EliminarRelato lleno de nostalgia, bueno y breve, pero no tanto...porque te deja mucho espacio para crear, y quién no ha vivido situaciones parecidas?
ResponderEliminarEs verdad. Ese reencuentro imposible suele ser una constante en la vida de muchas parejas a las que algún momento unió el amor y luego ya nada.
ResponderEliminarBreve, casi una escena en el lugar de siempre que ya dejó de tener esa cualidad porque es pasado que no se puede repetir. Muy bueno, Néstor, como siempre.
ResponderEliminarAriel