Ahora
que el tiempo pasó como un relámpago
En
las noches de luna vuelvo a recordarte.
Sueño
un sueño rabioso entre sombra e insomnio
Y
destruyo mi anhelo contra un espejo roto.
Estás
en cada estrella de la oscura ventana
Como
un brillo pequeño y casi intrascendente.
Descorro
la cortina, me salgo de la cama
Soy
un zombie soñando que ha dormido a tu
lado.
No consigo
mover las piernas en el piso
Y oculto
mi torpeza en puertas y bisagras.
La
mañana me ofrece un café desvelado
Y hay
en el aire un cierto aroma que me gusta.
Sobresale
el reflejo en el vidrio pintado
El
consuelo está tibio en la taza y mis labios.
¿Dónde
andarás mi vida en esta tierra extraña?
¿Quién
te dará resguardo de tus miedos pasados?
¿Dónde
estarás mi sueño tan lejos de mis brazos?
¿Dónde
hallarás refugio? ¿Quién habrá de cantarte?
Sabrás
que de momento odio la geografía
La
vastedad del mundo abruma y desconsuela.
Recuerdo
en especial el temor que sentías
En
aquella locura de cama desolada.
Llevo
ahora en los hombros la carga del deseo
De
los cuerpos mezclados y los besos exhaustos.
Estás
en mi memoria como una rosa exacta
Como
una luz de luna que ilumina el pasado.
Fuiste
igual que una chispa, un destello salvaje
Tan
tenue y tan ligera, tan mujer esmeralda.
Tenerte
fue una fiesta, recordarte un halago
Que
me brinda la vida y los años que pasaron
El
café desvelado de esta mañana incierta
Me
lleva hasta tu encuentro con los ojos cerrados.
©2018