viernes, 3 de noviembre de 2017

Himno a la tristeza



              La noche se hace larga en la Costanera Norte.
              He venido a dar con mis huesos y mi automóvil a esta avenida que corre a lo largo del río. 
Aunque no hace demasiado frío.
El verano marca su impronta en el clima y la noche resulta tan larga como cálida y oscura. La Cruz del Sur sobresale en el firmamento sobre el sombrío horizonte del estuario y debajo de ella Alfa y Beta de Centauro, dos estrellas muy brillantes. Las dos en línea, una arriba y otra abajo. Unidas en una recta marcan el sur exacto y bien que lo saben los navegantes.
                Sucede que yo soy un hombre del sur.
Me vende un poco la filosofía y otro poco la mirada. Después de mí viene el fin del mundo. Si uno sigue viajando hacia el sur se termina todo y solo queda la tierra helada.
Una vez hice un curso de tristeza y me dieron un diploma.
Ahora he detenido mi automóvil en el extremo de la pista del Aeroparque. Los porteños llamamos de ese modo al aeropuerto de la ciudad. Es una sucesión continua de aviones que ascienden y descienden. Yo me he sentado en un pequeño promontorio de cemento que sobresale del pasto.
Vaya uno a saber porque se encuentra allí.
Lo cierto es que puedo mirar con tranquilidad el amplio horizonte del río, mientras sobre mi cabeza atruena el ruido ensordecedor de los aviones que llegan y descienden en la pista.  
La desolación de la noche, equivale por momentos,  a la de mi alma.
Sin embargo, hay algo de candor en la tristeza, una especie de dicha de estar triste. De vez en cuando tengo deseos de cantarle al desconsuelo porque me siento protegido del dolor cuando ando triste y parece como si nada pudiera hacerme daño.
Pienso que la he perdido a ella, a mi amor lejano.
La verdad es que nunca la tuve porque nadie tiene a nadie pero igual siento su ausencia de un modo algo extraño. Son cosas que percibo dentro de mí en la enlutada noche mientras los aviones siguen pasando sobre mi cabeza.
Tal vez debería escribirle un himno a la tristeza.
La tristeza me protege de la angustia y de la pena. Simplemente estoy triste. Aislado del dolor y mirando el mundo con los ojos de un niño que se ha vuelto grande y al que ya no le duelen tanto las cosas.
¿Dónde estará ella ahora?
Pienso en los poemas que le escribí y en las palabras que le dije. Nuestros meridianos no coinciden, y nuestros horarios son diferentes. Tal vez ahora se encuentre durmiendo y descansando de sus cosas, lejana de mi vida y sus tribulaciones.
No tenerla, ciertamente me ha hecho daño.
Y aquí estoy, en la Costanera, solo en un extremo del Aeroparque mientras me miro en el espejo del auto y no me reconozco en mi congoja.
El río se distingue poco desde donde me encuentro.
Allí cerca, sin embargo, pasa navegando un barco arenero iluminado por algunas luces amarillas y un farol rojo en la popa.

©2017

19 comentarios:

  1. Más que triste. ..me parece que hay una cierta melancolía, no se...igual me encantó!!! Detallas muy bien tus estados de animo!!! ������ muy bueno!!!!

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  2. La tristeza es un estado de ánimo mal visto pero cuando uno no puede escapar hay que vivirla como tú personaje . Casi como una celebración. El escenario en que lo escribiste no puede ser más perfecto.

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    1. Gracias Liliana. El marco y el escenario son no-autobiográficos. He estado tantas veces allí que hasta se puede decir que estoy haciendo trampas..

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  3. Una maravilla esta especie de compendio que has hecho de la tristeza y de tu estado de ánimo. Así hasta da gusto estar triste. Un abrazo.

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    1. Me has dado que pensar Graciela con eso de "da gusto estar triste". Recuerdo a Vinicus y su poema legendario y creo que está en la misma onda. Gracias por visitarme. Otro abrazo.

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  4. Hola Néstor. Me gustó lo de ser un hombre del sur. Creo que es como una marca registrada que legisla sobre las posiciones, la emoción y el pensamiento.
    Muy bueno, como siempre.
    Un abrazo grande.

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    1. Que alegría verte por aquí Simón. Realmente ser del sur es una marca registrada. Y no solo por una cuestión geográfica. Tiene además, muchas otras implicancias que conoicemos y vivenciamos quienes aquí estamos.

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  5. Realmente me asombra con gusto todos tus relatos, me parece haberlo mencionado, te transporta al lugar en tiempo y espacio, no a la melancolía porque estaríamos hablando de una enfermedad, pero la tristeza está reflejada con todo simbolismo. Quién no estuvo alguna vez en ese lugar. Gracias fabuloso.

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    1. Ya sabes Alfonso lo mucho que me gusta verte de visita en el blog y leer tus comentarios. Sé que el tema de la tristeza es importante hoy en tu vida y me alegra tu lectura y tu comentario. Abrazo.

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  6. Yo he vivido esta lectura como una experiencia de tristeza, es algo que me ha llegado profundamente. Gracias Nes. Un beso

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    1. Gracias a vos Carlita por ser tan consecuente con mis cosas. No está mal andar un poco triste de vez en cuando. Otro beso.

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  7. Lei, y no creo que estés triste...vos no te das esos lujos. Es uno de tus trabajos. Pero te tomas un cafecito y festeja todos los comentarios que te hacen...

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    1. Gracias Haydee. Desde ya que festejo los comentarios. Incluído el tuyo que sos una genia.

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  8. la tristeza, es cierto que es un estado de ánimo mal visto, pero en realidad es un derecho,no es que no esté mal estar triste, todo el mundo tiene el derecho de estar triste de vez en cuando, que funciona como un cable a tierra de una pena o angustia que por allí anda dando vueltas. Lindo relato, como siempre, me veo en algunas situaciones y momentos parecido en mi vida.

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  9. Gracias por el comentario Guille. La mayoría ha hecho incapié en la tristeza del protagonista. Y claro, desde ya, todos hemos pasado momentos tristes. Abrazo.

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  10. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  11. Es una manera perfecta de plasmar un sentimiento como ése. Se necesita ser escritor y, además, vivir la experiencia para contarlo. Excelso trabajo, amado Néstor. Te abrazo full para que esa tristeza amaine; y quema ese diploma. Te quiero. SOFIAMA

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    1. Gracias Sofía. Siempre tan consecuente con las letras de este blog. Ya le estamos dando batalla a la tristeza. Un beso. Que pases una bella semana y que todo te salga bien.

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