sábado, 19 de noviembre de 2016

La centella



El rayo circular, también conocido como centella o esfera luminosa, es un fenómeno natural relacionado con las tormentas eléctricas. Toma la forma de un brillante objeto flotante que, a diferencia de la descarga del rayo común es persistente y puede moverse para cualquier lado.
Muchos años atrás, siendo yo un muchacho joven me hallaba cenando en una finca de las afueras de la ciudad de Reconquista, en el norte de Santa Fe. El tiempo estaba inestable y si bien no llovía, había una cierta carga eléctrica en el aire. La casa era muy amplia, la mesa era extensa y larga y éramos más de veinte comensales. Las puertas y las ventanas estaban abiertas porque suele hacer mucho calor en verano en esa zona.
Y de repente entró la centella.
Comenzó a moverse en la dirección de la larga mesa y en ese mismo instante el dueño de casa advirtió:
– ¡Que nadie se mueva!
Desde ya que todo el mundo acató la consigna. La brillante esfera dorada de luz flotaba en el aire y a mí me pareció una maravilla. Hizo un recorrido horizontal casi sin desviarse de los caballetes pasando entre huéspedes e invitados y al llegar frente a mí se detuvo por completo.
La esfera estaba inmóvil y supongo que a unos veinte centímetros de mi cara.
Tuve que permanecer quieto, desde ya, pero en ningún momento dejé de mirarla. Algo extraño me pasaba. Aquello era tan solo una estructura de energía liberada. Una manifestación luminosa de física y química ante mis ojos azorados pero ninguna otra cosa más que eso.
 Sin embargo por un instante sentí que de alguna manera me llamaba. 
Me pareció que tenía un mensaje para mí y que era yo el que no lo descifraba.
Entonces le sonreí, de una manera algo absurda, claro. Como quien sonríe frente a un fenómeno eléctrico. Y en aquel momento la centella retomó su andar a lo largo de la mesa y salió por la puerta de atrás desapareciendo para siempre.
Nunca pude olvidar aquel episodio que me tocó vivir en las afueras de Reconquista, en el norte de Santa Fe. 
Siempre ha sido una marca especial en mi vida.
Si hago un inventario o un repaso de los años que siguieron tan solo puedo afirmar que he sido una persona agraciada ante la vida. Tuve amigos, tuve salud y tuve amor a raudales. Y además tuve una patria y disfruté del arte y los placeres y también me toco la suerte de hacer muchos viajes.
Y hoy que estoy aquí, mientras avanza mi otoño y mi pelo se pone cada vez más blanco, también puedo sentarme frente al teclado y contarles esta historia de los años que pasaron.
Eso sí, nunca pude descifrar el mensaje de la centella.
Toda la vida estuve seguro que me quiso decir algo.
Pero bueno, supongo que algún día llegará el  momento en que me toque averiguarlo.


©2016

13 comentarios:

  1. “Una manifestación luminosa de física y química ante mis ojos azorados pero ninguna otra cosa más que eso.” Yo diría que fue más que eso: fue una comunión de dos esencias que se encontraron y quedaron marcadas. Vaya Dios a saber de quién fue la energía que acarició tu Ser y te marcó para siempre. Para mí, hubo una conjunción de dos entes del mismo nivel de ser. Simplemente, tu texto es exquisito, pero eso no es nada extraño. ¡Excelso! Un abrazo de Ser a Ser, Néstor querido y admirado. SOFIAMA.

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  2. Sofía de mi corazón: gracias por visitar el blog. Hubo algo mágico aquella noche en Reconquista y siempre lo he sentido así. De todos modos la gente del lugar adjudicó el fenómeno a una "centella". Aunque también me dijeron que era algo sumamente esporádico y muchos admitieron no haber visto nunca una cosa igual. Quise compartir esa magia contigo y con mis lectores. Espero haberlo logrado.

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  3. La mano del contador de historias, del escritor, nos lleva por el centro de este relato verosímil, pero en el recorrido lineal se desvía, apenas, hacia el lado de la fantasía para juguetear con la prosa anotando que la centella le traía un mensaje cifrado, como al pasar, para luego cerrar el cuento concluyendo con la certeza de que ese fenómeno natural algo le quiso decir, que algún día se enterará. Un texto perfecto Néstor. Un abrazo.
    Ariel

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    1. Gracias Ariel. Seguro que no has tenido nunca una centella frente a tu cara. No son cosas que le pasen de común a la gente.Te mando un gran abrazo!

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  4. Una prosa que nos recuerda algo que nos impacto y nunca olvidaremos. Un saludo

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  5. María del Carmen: me alegra mucho tu visita. Hoy tengo libre un domingo a la tarde en mi ciudad. Estoy cansado y no tengo donde ir. Así que habré de dedicarme a desentrañar este tema del Google+ y los blogs. No quiero ser descortés. Debo aprender el manejo de los links y los comentarios y las visitas. Te mando un cariño grande. Pasa un domingo hermoso.

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  6. Que increíble historia Nes, querido. Tan real y a la vez tan fantástica. A mí me pareció fabulosa. Te felicito compañero.

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  7. Otra cosa más quiero decirte Nes. Con mucha claridad dejaste una especie de constancia que tal vez llegada la muerte comprendas finalmente el "mensaje". Eso es lo que menos me gustó del cuento.

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    1. Mirá Carlita. En general a quienes escribimos no nos gusta explicar lo que publicamos. Pero bueno, ya que vos sos un sol (un sol de Mataderos en mi vida y también en mi devenir cotidiano) te voy a decir algo. No necesariamente me he referido a la muerte en el final del relato. Tan solo he mentado a lo desconocido (Que desde ya la incluye, claro). Simplemente porque me parece que hubo algo que no llegué a comprender bien aquel día. Tal vez porque no estaba preparado. Beso grande corazón. TKM.

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  8. Gracias Nestor por tanta magia!!! me encantó!!!

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  9. Esta cuento tiene la expresión del realismo mágico, escrito de una forma perfecta . Nunca supe que significaba la expresión rayos y centellas . Acabo de aprenderlo. Y me queda la espectativa de ver alguna sentido en mi vida.

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  10. Gracias Lili por tu gentil comentario. Creo que el fenómeno se da en areas rurales ya que en las ciudades enseguida se descarga. Siempre recuerdo aquel increíble viaje que hice al Paraguay en auto. Y las cosas , también increíbles, que me pasaron. Posiblemente alguna de ellas las ponga por escrito.

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